Abro mi corazón en este libro, y trato de encontrarme nuevamente con el Viale de ayer, con la Villa, con sus costumbres, con su forma de vida, con sus miedos, con sus esperanzas. Salí a buscarlo, a buscar a los niños que éramos, a buscar a su gente.
Partí de lo conocido, de mi historia familiar, una historia que se entrelazó con la historia de otras familias de este pueblo. Mis relatos seguramente se parecerán a experiencias vividas por ustedes, en este pueblo, o en otros, pero en épocas donde eran menos las urgencias, donde había tiempo para conocer al vecino, para dejar la puerta abierta, para dormir en el patio, para disfrutar de lo simple, del saludo de todos los que encontrábamos en nuestro camino.
Trato a mi manera de dejar un mensaje, un mensaje que me llegó sin proponérmelo.
La búsqueda de mi gente aparece reflejada en el poema que encontrarán al comienzo del libro. Se llama HUELLAS DE MI PUEBLO.
que rico Quiero uno para comer
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